Cuatro tips para que tu entrevista pase de ser una simple conversación a una buena conversación.
Muchos de los podcast que hoy rockean dentro de la industria lo están haciendo -entre otros factores- porque cuentan con un formato de entrevistas.
Lejos de lo que cualquiera pensaría, que el éxito de estos programas radica en la popularidad de sus invitados, el secreto de cada uno de estos no está en el número de seguidores sino en la perspicacia y la agilidad de quien los lleva.
Para esto, desde Enemedia, hemos estado desarrollando contenido referente a captación de audiencia en nuestro Instagram y yo, por mi parte, he estado compartiendo reels desde mi cuenta (@r4ulmunoz).
Ahora, la pregunta más importante que surge de todo esto es cómo hacer que una entrevista pase de ser una simple conversación a una buena conversación. Aquí les digo cómo:
Stalkea a tu invitado:
Debemos saber hasta el más mínimo detalle de nuestro invitado: qué le gusta, por qué le gusta, cuáles son sus motivaciones y de qué forma todo esto se puede relacionar al tema principal de tu podcast.
Llega a la entrevista con la mayor cantidad de información posible y entiende que esto implica trabajo.
Tu intención, al final de toda esta investigación, es hacer esa pregunta que nadie le ha hecho.
Verifica tu información:
De nada te sirve tener tanta información si no tienes nada que lo sustente. Si no tienes las fuentes correctas siempre puedes acudir a personas cercanas a tu invitado/a (si es que los conoces) o preguntarle directamente a él o ella antes de empezar a grabar.
Lo último que quieres es desinformar y dejar claro frente a esa persona que no hiciste el trabajo completo.
Redacta tu guión:
Una vez tengas todo claro redacta el guión, no solo le darás estructura a tu episodio sino que también tendrás claro desde dónde quieres empezar y a qué punto quieres llegar con la persona que tienes al frente.
Un golden tip para esto es no hacer preguntas que los demás han hecho, si estás hablando de algo que muy fácilmente tu audiencia puede googlear, sin duda es una pérdida valiosa de recursos y lo que podrías ofrecer en ese episodio.
Procura siempre hacer preguntas que detonen historias, esto humanizará tu marca y generará empatía hacia el invitado. No desaproveches esta oportunidad.
Fluye:
Esto es lo más importante, aquí es donde quizá ocurre la magia.
Pasa que muchas veces, por estar tan apegados al guión, olvidamos que la otra persona está ahí dispuesta a conversar.
Claro que tienes que estar pendiente de los dispositivos con los que recoges audio, de la hora, y de muchas otras cosas más pero también es necesario dejarte llevar por el ritmo que ocurre entre dos personas para que tanto tú como él o ella puedan dar lo mejor de sí.
Como recomendaciones finales, te sugiero tener una fotografía con el o la invitada porque no solamente te servirá como evidencia social para luego compartir en tus redes al momento de promocionar el episodio; sino también porque, sin duda, cuando tienes una buena conversación con otra persona, se crea un vínculo que podría convertirse en una amistad, y eso es un don que no cualquier entrevistador posee.
